🔹 Hace cuarenta años, se llevó a cabo un experimento fascinante por parte de un grupo de psicología en la Universidad de Stanford, con un conjunto de niños. A cada niño se le entregó un dulce y se le informó que, si se abstenían de comerlo hasta que el instructor regresara a la habitación, recibirían otro dulce. Posteriormente, se les dejó solos en la habitación y se observó su comportamiento. Algunos niños cedieron rápidamente a la tentación y consumieron el dulce, mientras que otros esperaron pacientemente el segundo. Ahora, después de cuarenta años, estos niños han crecido, cada uno encontrando su propio destino. Es digno de notar que, a lo largo de los años, aquellos niños que lograron resistir comer el segundo dulce han alcanzado un éxito mucho mayor en comparación con el otro grupo.
🔹 El principio subyacente de este juego es que los seres humanos, para lograr éxitos significativos, deben ocasionalmente pasar por alto pequeños placeres. Es necesario renunciar al disfrute de viajar y recrearse con amigos para ser aceptado en un buen programa universitario. Alternativamente, las personas deben posponer temporalmente la comodidad y la facilidad y esforzarse hasta el día en que su negocio gire incluso sin su presencia, y así sucesivamente. La mejor oportunidad para adquirir esta habilidad es durante la infancia. Los padres, para cultivar la Continencia en sus hijos, deben exponerlos repetidamente a tales elecciones. Deben comenzar con elecciones fáciles y aumentar gradualmente el nivel de dificultad.
🔹 Por ejemplo, en la etapa inicial, pedir al niño que espere unos minutos antes de comer su chocolate hasta que llegue el segundo chocolate. En las etapas posteriores, cuando el niño pida un determinado juguete a sus padres, los padres deben prometer comprarlo si el niño se abstiene de usar su tableta durante toda la semana, y así sucesivamente. De esta manera, el niño aprenderá a pasar por alto los placeres de hoy por el éxito de mañana. Es crucial recordar nunca romper una promesa hecha a un niño, ya que romper promesas enseña al niño que la paciencia llevará a la pérdida de beneficios. El Imam Ali (que la paz sea con él) afirmó: “No alcanzarás lo que deseas de tu Señor a menos que resistas contra los deseos del yo”.
