Las mujeres y los niños son los más vulnerables durante los conflictos; esto aumenta el riesgo para su seguridad y bienestar. Los conflictos tienen un impacto duradero en las condiciones psicológicas o fisiológicas de las mujeres; por consiguiente, los nacimientos prematuros son frecuentes durante los tiempos de guerra.
Desde el 7 de octubre, han sido asesinados 18,128 palestinos, siendo el 70% de ellos mujeres y niños, según el ministro de salud de Gaza. Diariamente, 420 niños palestinos son asesinados o resultan heridos en Gaza. Durante este conflicto, 1.7 millones de personas han sido desplazadas, de las cuales 800,000 son mujeres. De ellas, 50,000 han estado embarazadas en estas circunstancias horribles y se espera que 5,500 mujeres den a luz este mes. ¿Cómo pueden llegar a los hospitales en una zona de guerra?
Según informes, algunas mujeres están siendo obligadas a someterse a cesáreas sin anestesia. Debido a la falta de capacidad en los hospitales, las mujeres son dadas de alta después de unas pocas horas. Incluso las mujeres en Gaza no pueden adquirir necesidades básicas, tanto mujeres como niños luchan por sobrevivir. El persistente asalto de Israel a los derechos reproductivos de las mujeres es alarmante.
Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, anteriormente el Fondo de Actividades para la Población de las Naciones Unidas (UNFPA), 572,000 mujeres y niñas necesitan urgentemente servicios de salud reproductiva. Las mujeres en Gaza toman pastillas para detener la menstruación debido a la falta de condiciones sanitarias e higiénicas. Esto llevará a problemas hormonales para las mujeres. Cuando comenzó la guerra, las mujeres consideraron la idea de almacenar toallas sanitarias incluso antes que la comida; experimentar la menstruación en tales momentos podría ser una situación aterradora y angustiosa.
Según el Protocolo de Ginebra de 1925 y la Convención de Ginebra de 1949, todos los estados están obligados a garantizar la protección de mujeres y niños. Los defensores del derecho internacional y los derechos humanos ahora están apoyando a Israel, aparentemente sordos a las angustiadas voces de mujeres y niños en Gaza. Cada día, estas personas se despiertan con el temor inminente de que la próxima bomba pueda dirigirse a sus hogares.
Las Naciones Unidas, creadas por estados europeos para hacer que el mundo sea más armonioso y estable después de dos guerras devastadoras, lamentablemente, ha fallado completamente en mantener la paz en Gaza o resolver la crisis humanitaria.
La duradera rivalidad entre Israel y Palestina comenzó después del colapso del Imperio Otomano. La animosidad entre estos dos está profundamente arraigada en factores culturales, históricos e idénticos. En el siglo XIX, comenzó un movimiento sionista que abogaba por un hogar separado para los judíos. La Liga de Naciones encomendó al imperio británico controlar las tierras del pueblo palestino después del colapso del Imperio Otomano. Después de la retirada del gobierno británico de Palestina, Israel declaró su independencia en 1948, y desde entonces, esta tierra ha sido testigo de eventos catastróficos.
El mundo musulmán
Hay 57 países musulmanes y, entre ellos, uno posee armas nucleares. Sin embargo, el mundo musulmán no puede detener el genocidio en Gaza. El reciente fracaso de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) se puede atribuir a problemas de acción colectiva dentro del mundo musulmán. El mundo árabe está mirando por sus intereses y la OCI no pudo prevenir esta guerra o expresar efectivamente sus preocupaciones en la comunidad internacional. Pakistán, el único país musulmán con armas nucleares, se sumió en sus asuntos políticos y no ha sido lo suficientemente enérgico al levantar su voz. Una crisis humanitaria significativa se desarrollará en la historia si el mundo musulmán o la comunidad internacional no intervienen o resuelven este problema diplomáticamente. La historia siempre recuerda a aquellos que están del lado correcto.
